jueves, 14 de julio de 2016

Diego Cañamero

Escucho, estupefacto, a una de estas nuevas periodistas cuyo nombre no recuerdo, decir que es un error que el jornalero Diego Cañamero esté en el parlamento.
Tibieza de los demás periodistas al contestarla, incluida la conductora del programa Mamen Mendizabañ. A ninguno se le ocurre decir que si hablamos de errores habría que hablar de diputados de noble cuna que hoy están imputados por corrupcion. Y ahí estaban tan respetados en su escaño.
Somos un país clasista y, en el fondo seguimos convencidos de que al parlamento deben ir los señoritos y la gente de orden. Diego Cañamero, no lo es. Porque es un muerto de hambre que lleva toda su vida luchando como jornalero, defendiendo el derecho de los hambrientos y los pobres.
Releo estos días el Juan de Mairena, de Antonio Machado, donde defiende esa patria que, dice, los señoritos invocan y la venden después. Y el pueblo, añade, no la nombra nunca pero da su sangre por ella.
Conocí hace muchos años a Diego Cañamero, en las reivindicaciones campesinas andaluzas, hace ya más de treinta y tantos años. Me pareció siempre un hombre prudente, honesto y bueno. Era un jornalero sin tierras. Y sigue siendo lo mismo. Y defendiendo lo mismo. Yo, al menos, me siento orgulloso de que esté en el Parlamento.

2 comentarios:

Xan Do Río dijo...

Triste pero cierto, menos mal que hay gente como Cañamero, sino no habría aliento para pensar en la esperanza.

Nieves LM dijo...

Ya quisieran muchos de corbata de seda parecerse a Cañamero. No le llegan ni a la suela de la alpargata. Como bien dice Vd. mucho clasista.