jueves, 6 de febrero de 2014

El día 20 recito con César Ulla

El próximo día 20 de feberero, a las 22.00 horas, estaré con César Ulla en la Sala ContraClub, calle Bailén, 13. Madrid

No suelo salir mucho últimamente, y siempre a cosas muy escogidas. Cosas de la edad y la salud. Pero César me ha invitado a recitar mis poemas con él.

He aceptado porque me apetece leer mis poemas. Pero, sobre todo, me apetece escuchar de los labios de César una poesía que llevo tiempo siguiendo. Y porque ahora me encuentro mejor y quiero estar con mis amigos.

Hace un tiempo otro amigo, Kike Ruiz, tuvo la deferencia de invitarme también. En aquellos momentos me era imposible. Pero, Kike, algún día será. Gracias a ellos y gracias a todos vosotros. Si os animais, allí estaremos. Tenemnos mucho que contar. Abrazos. Os dejo el cartel que César ha hecho para esta ocasión.

3 comentarios:

Katharine dijo...

Que buenísima noticia Rodolfo. Allí estaremos.

No se si soy yo y mi analogía, pero no visualizo o no se visualiza el cartel...

Un beso.

Katharine

María dijo...

Me alegra mucho que la salud mejore! que precioso eso de que aun más que leer tus poemas te apetece escuchar el otro. Me quedo sin saber cual
Un abrazo, cuídate muchísimo

mejor la vida simple dijo...

Ella, deprisa, cansada,
esperando a que vuelva.
Prevé la llegada,
el baño, el olor de comida,
las horas muertas del día
van caídas.
Una conversación breve, acotada,
el cruce de miradas
corteses, caducadas.
No hay preguntas de ida, ni de vuelta,
conservas en lata,
botes cerrados, alineados,
cada cosa visible
en el lugar errado,
no se dan cuenta.
Si alguna vez, hubiese.
Ella ordena, perdona,
las piernas le pesan,
la piel reseca,
nuevas canas, nuevas grasas,
ya no estrena nada,
su cuerpo es lo que es,
no lo que fue,
no interesa mañana.
Con lesiones antiguas
se sienta,
descubre un hilo suelto,
tira, rompe la falda,
pone el dedo
en la costura abierta,
cierra heridas, las físicas,
las otras.
El tiempo ya no es viento,
ya no mueve, ya no mece,
ya no cuida de ella.
Su tos errante molesta,
y el color del sofá
igual al de hace años.
Si alguna vez, pudiese.
Ella cree sólo en dudas,
cabeza atrás, el cuello cruje,
relee una opinión
entran motas de polvo,
un cuerpo sin un alma
no es un cuerpo,
Lo contrario,
es también cierto.

Un abrazo, dos.