lunes, 29 de octubre de 2012

Tu calle


Como de pronto, ayer y sin buscarlo,
me encontré con tu calle. Parecía
que estaba todo igual. Y justo enfrente
estaba aquel quiosco. Las hojas de los árboles
amarillas de otoño y de recuerdos.

Carrera apresurada hasta tu casa.
Y yo parado en esa misma esquina. Era la noche
lo mismo que las noches cuando estaban
vestidos de domingo los amores.
Y tú te detenías un momento. Y me lanzabas
el beso del adiós y la sonrisa.

El automóvil desde el que yo moría
arrancaba despacio. Y en la radio
un programa nocturno y soledades.
Luego venia el camino solitario, la nostalgia
del alcohol y las manos. La tibieza
de tu pecho perdido. Recordaba
como el dolor de las cafeterías solitarias
tu voz cuando gritabas en la alcoba mi nombre.

Está la calle igual. O eso, al menos,
me parece al andar por las aceras.
Y miro a tu ventana. Ya no hay nadie.
Un cartel de se vende. Sólo eso.

martes, 23 de octubre de 2012

diarioabierto.es

Nuevo artículo en diario abierto

Mientras oía a los responsables de los partidos, tras las elecciones gallegas y vascas, justificar la pérdida de escaños y su convencimiento de haber ganado las elecciones, me venía a la cabeza el asombro de mi nieto y su alegría al comprobar que con menos fichas, ganaba el juego. Todos han ganado, a pesar de quedarse con menos escaños.

lunes, 22 de octubre de 2012

De un tiempo

 No habrá un tiempo feliz como lo era
la noche y sus fantasmas, cuando el mundo
cabía en unas manos y sus mares
era fácil beberlos de tus labios.

No habrá espadas que puedan malherirnos.
Tenemos para siempre el pan y el aire
ganados con el día que comienza
en medio de tu cuerpo. Gloria mía.

Detrás de los arcángeles, tu risa,
corazón a medida de mi boca.
Y más allá de tí están los caminos
la nieve que deshace nuestros pasos.

En la tierra de nadie, donde el hombre
es lobo para el lobo y para el hombre,
te persigo sin saber exactamente
a donde han de llevarme mis fracasos.

Volverás cualquier día, cuando seas
el trozo de mi carne. Y tú, desnuda,
como si fueras la novia de los otros,
romperás mi camisa y mis abrazos.

En el instante mismo en que la alondra
descubra la primera poesía,
allí estaré buscando en tus bolsillos
la arena de la playa que soñamos.

No habrá mar que pueda sujetarnos.
No habrá mar en el que juntos descansemos.
Y tampoco habrá nadie que comprenda
la palabra de amor que hoy te pronuncio.

***

lunes, 15 de octubre de 2012

Te busco


A bordo de la noche me interno por tu cuerpo
con todos mis pecados como único equipaje.
Soy ahora ese viejo explorador siguiendo
el mapa de tu piel, el hombre que, perdido,
busca una luz antigua que sólo tú conoces.

Abiertas hacia el río donde tu voz descansa
mis manos son la huella de un lejano pasado.
Cuando era conocerte sensación y universo,
carnal como era el mundo antes de los encuentros.
Y era la brisa era donde la hierba muere.

Intentar no saber si hay en tu pecho huecos
en los que se refugia el pasado del tiempo.
Ese olor de los mares que nunca navegamos,
Las copas donde brindan los pájaros del día.
Inevitable muerte para vivir contigo.

Más allá de los nombres, contemplo paso a paso
la mirada más limpia que vivía en tus brazos,
cuando saber de ti era no saber nada
y sin embargo era como si siempre fueras
la isla más hermosa de todo el océano.

Despacio, desde ahora, te recorro dormida.
Me gustas cuando eres igual que una palabra
sólo para mis labios en tu voz que he olvidado.

Más allá de la noche siempre está tu recuerdo.

***

martes, 9 de octubre de 2012

Manuel Cuesta en el Galileo


Manuel Cuesta vuelve con banda el próximo día 12 de octubre en el Galileo, Galileo, 100. A las 21.30 horas.


Manuel Cuesta, hecho de sentimiento y poesía, nos llenará de ternura, de rabia, de humor. Escucharle es escuchar un soplo de realidad, sentir este otoño de incertidumbre, soñar con otro mundo que siempre está posado en la palma de la mano.

Tiene Manuel Cuesta una virtud esencial. Es capaz de hacernos sentir como suyas canciones de otros, a los que aporta un aliento de originalidad. Basta con escuchar de su voz Chelsea Hotel, o su versión de Hoy que te amo, de Pablo Guerrero para comprobar como una canción tieen mil formas, "mil dedos que a la noche amanecen". Escucharle es escuchar el aliento de un hombre que se entrega en cada nota, en cada verso.

Y de sus canciones propias... Sólo hay que oirlas.

lunes, 8 de octubre de 2012

Futuro

Hay en estos versos, algunos homenajes a poetas que amo



Mi futuro está hecho de viejos calendarios,
nostalgia –viejo tango- de un tiempo que se fue.
Esos cuerpos amados, antiguas cicatrices,
la voz a ti debida, el deseo de ti.

No quedan en mis manos la brisa de tormentas
que fueron cuando era la vida larga y bella,
y siempre había caminos descubriendo tu pecho,
y teníamos la vida por delante y vencida.

El mañana es un pájaro con las alas cortadas.
Y espero, como el hombre que lo ha perdido todo,
en viejas estaciones, en los bares cerrados,
sentado y sin moverme al lado del recuerdo.

Nada espero. Y ya nada exijo de la vida.
En mis dedos de agua te siento respirar.
Es como el viejo sueño de las noches perdidas.
Tus caricias son versos que ha borrado el reloj.

Mas sin embargo quiero en la noche del frío,
enviarte el minuto en que morí contigo,
ese instante glorioso en que fuimos eternos
Y te invoco sabiendo que tu voz no me nombra.

Más allá de la noche siempre está tu recuerdo

viernes, 5 de octubre de 2012

Lucini


Fernando, Fernando Lucini. ¿Qué puedo decir de un amigo con el que comparto tantas cosas? ¿Qué decir del hombre que regala sabiduría, bondad y sonrisas? ¿Del hombre que se ha entregado a la causa de los jóvenes cantautores, a la poesía, a la izquierda con el alma limpia y buena? ¿Qué decir del hombre que ha escrito la historia de la canción de autor en España?

Cuántas noches, Fernando, escuchándote, viéndote mover entre las mesas del Libertad, del Galileo, arropando con tu presencia a chavales que sólo tienen en sus bolsillos la ilusión de hacerse escuchar. Tú, indiferente a tu frágil salud, pendiente de todos, con tu cámara de fotos, con el corazón entregado.

Ahora, la UNED, en sus Noches de la Uned le rinde merecido homenaje. Será el 16 de octubre en el Galileo, uno de sus sitios favoritos. Y a la llamada acude lo mejor de la canción de autor que él ha defendido como un espadachín justiciero, de nobles causas. Vean: Y a lo mejor, incluso se me olvida alguien. Pocas veces se ha juntado tanto talento sobre el escenario. Para no perdérselo.

PABLO GUERRERO
AMANCIO PRADA
LUIS EDUARDO AUTE
JOAN ISAAC
SUBURBANO (LUIS MENDO y BERNARDO FUSTER)
JAVIER KRAHE
JAVIER RUIBAL
JAVIER BATANERO
JAVIER BERGIA
ISMAEL SERRANO
ANTONIO DE PINTO
MATÍAS ÁVALOS
LUIS FELIPE BARRIO
ESMERALDA GRAO
MANUEL CUESTA
MARÍA JOSÉ HERNÁNDEZ
MANU MIGUEZ
FRANCISCO ESPINOSA
CARLOS DE ABUÍN


***

miércoles, 3 de octubre de 2012

Artículo Sus Señorías

Nuevo artículo en diarioabierto
Sin embargo, me parece que el árbol del almuerzo tape el bosque de los privilegios de los diputados. No es el del almuerzo la única gabela de la que gozan los parlamentarios. Recuerdo el revuelo que se organizó en esa Asamblea cuando los diputados aprobaron que percibirían la máxima pensión por el simple hecho de haber estado un mínimo de dos legislaturas. Al común de los mortales se les exigía 35 años de cotización y se les calculaba según las cotizaciones de los últimos 15 años.

*** 

lunes, 1 de octubre de 2012

Inmensa minoría

Camino por las calles. Me uno a todos,
cada uno es una parte de los días,
pedazos de esperanza que aún no tiene
el corazón abierto por el rayo.
Los miro. Junto a mí el hombre que camina
buscando no se sabe si el viento de la noche.
Hay un recuerdo antiguo, cuando era
la vida en estas calles como ahora.
Y el mismo miedo crece. No habrá lluvia
que pueda lavar los adoquines de la plaza.

Inmensa minoría. No hay futuro
que pueda detener las manos levantadas.
Manos limpias, vacías. Sólo el eco
trae el fiero rumor de la tormenta.
Me muevo entre la gente. Hay una niña
que tiembla mientras grita. Y a lo lejos
deben estar los campos de este otoño
con el olor a pájaros mojados.
Más allá debe estar el mar de nuestra infancia,
la arena de la playa, nuestros sueños,
la certeza de ver que tantos cuerpos
se enfrentan con los vientos de la historia.
Un día volveremos donde antes,
cuando tú me mirabas y decías:
"Te quiero porque sé que es imposible".

Amarte en esta tarde. Incertidumbre.
Ya nada nos gobierna. Tal vez sólo
ese mañana que apenas se adivina
sin sal y sin pecados. Detenido.

(Y al pasar el furgón y ver los hombres
sin rostros que nos miran y nos cercan,
igual que en la película, te digo:
"Acojonan, ¿verdad?". Y me sonríes).

***