lunes, 30 de enero de 2012

Aquí mismo


Todas son. Inimitable noche,
cadencia de los vasos cuando ellas
se refugian con miedo y con deseo
en el rincón de un bar de madrugada.

Vienen entonces, lo mismo que un suspiro,
igual que una canción que hacemos nuestra.
Y, luego, cuando el hambre de sus cuerpos
se deshace, sonríen y parecen
un gesto, una palabra, un beso ciego.

Limosnas de un amor que rompe por la sangre
las yemas de los dedos que la amaron.
Y, entonces, la pregunta: ¿será todo
como uno lo quisiera? ¿Será ella
la juventud perdida en un gin-tonic?

El deseo caliente de unos labios.
La búsqueda imposible de un sexo que derrama
el licor más selecto de la vida.
Extraños en un tren que no recorre
la estación de los cuerpos. Niebla rota,
relámpago fugaz de un amor nuevo.

Te canto a ti. Perdida niña triste,
imaginario azul, mordisco tenue,
pedacito de piel, espuma de los días.
En este bar te encuentro y en ti bebo
el licor olvidado de mañana.

***

miércoles, 25 de enero de 2012

Con Jorge Castro

Mi amigo Jorge Castro me ha metido en un pequeño lío que, en el fondo, me hace ilusión, aunque me rompa el fin de semana. El próximo 4 de febrero, estaremos juntos en Libertad, 8, a las 19.00 horas, intentado hacer de la poesía y la música algo para disfrutar.

Precisamente un día antes, el día 3, Alfonso del Valle en La Estación, en Sevilla, y en Libertad, 8 estará Manuel Cuesta, con lo cual hasta podríamos quedarnos a vivir allí. Y todavía más. El mismo día 4, ya a las 22.00 horas, Antonio de Pinto en Galileo, presentando su último disco (Lo podéis ver y oir en la columna de al lado). No me digáis que no es un planazo.

Os lo iré recordando, porque aún queda tiempo.

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Por cierto. Me envían un video de Emiliano del Río que os aconsejo que veáis. Aqui

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martes, 24 de enero de 2012

Nuevo artículo en da

Hay un nuevo artículo en diarioabierto.es
Leo en los medios: “Agentes de la Guardia de Finanzas italiana registran desde primera hora de la mañana la oficina en Milán de la agencia de 'rating' Standard and Poor's en el marco de una investigación de la fiscalía de Trani, en el Sur de Italia, según fuentes de la investigación y próximas a la entidad.

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lunes, 23 de enero de 2012

Alas de mariposa

De vez en cuando me llegan sus mensajes,
alas de mariposa que se mueven deprisa,
lo mismo que si fueran, en el sitio más alto,
la perfecta oración a los dioses más buenos.

Y me habla de versos y de palabras dulces.
Me imagino sus ojos y su sonrisa abierta.
Y en su cuerpo de niña adivino el deseo,
la fiebre de otras noches cuando no estaba ella.

No sé qué contestarle. Hay amores que tienen
la exacta dimensión que nunca será nuestra,
ese vacío amargo de las tardes de invierno,
cuando todas las calles son espacios cerrados.

Si el amor no tuviera esa extraña exigencia
y los cuerpos no fuesen la propiedad del tiempo,
no digo que no fuera a perderme en sus brazos,
o que, lento y cansado, no me enterrara en ella.

Pero tienen los días más miedos que certezas
Y son las madrugadas ahora calendarios
con las fechas tachadas, sin domingos ni fiestas.
No hay reloj que me pueda regalar sus minutos.

Me quedo con sus ojos, cuando abraza a un muchacho
y me mira y sonríe. Y entonces me pregunto:
"¿Soñará con mi cuerpo? ¿Lo que siente en su piel
es la torpe caricia que espera de mis dedos?"

Prefiero que en la noche, cuando escribo estos versos,
me recorra la sangre lo que nunca le he dado,
aunque sueñe con ella y me pregunte siempre:
“¿Cómo será, dios mío, suicidarme en sus piernas?”


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jueves, 19 de enero de 2012

Confesión de parte

Te digo que es de esas mujeres que te matan,
que tienen en sus dedos las caricias que queman,
y en su boca el océano cálido y primigenio.
Y debajo del ceñido pantalón vaquero
guardan la humedad asfixiante del trópico,
el olor de una playa cuando viene la noche.

Es de esas mujeres, amigo, que te matan.
Que tienen en su piel constelaciones
imposibles de abarcar con una mano.
Y en su sonrisa, en medio de sus labios,
puedes gozar de siestas y sudores
y comerte su lengua como si fuera un trozo
de corazón de azúcar, una roja sandía de verano.

No sé como contarte. Sólo un roce,
esa mano que, a veces sin quererlo,
se encuentra con su pecho al prender un cigarro,
basta para meterte en todos los infiernos
que deben de estar bajo el jersey de lana,
en el vientre que aprieta su cintura imposible,
en sus piernas arriba, donde el pliegue divino.

Qué quieres que te diga. Cuando habla y te mira
se deshace en tu pecho el corazón que vive,
y el mundo no es el mundo, es una estrella rota,
un jirón de deseo. Y sabes que estás muerto
porque entonces comprendes que es de esas mujeres
que te matan, amigo. Y que ya no hay remedio.

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lunes, 16 de enero de 2012

Fraga

No soltaré una lágrima por Manuel Fraga. Ni diré que me alegra su muerte. Sólo diré, entre tanta alabanza miserable y ante, al parecer tanto olvido, que no estaría mal recordar su pasado: su actitud como ministro de Gobernación, su persecución de las libertades, el amparo que se dio en su época (ministro de Franco y de Arias Navarro) a los pistoleros de derechas, su justificación de la muerte de Grimau,  y tantas cosas más que iremos contando en próximas entregas.

Paz a los muertos. La que él, por cierto, no dio a los vivos. Y nada más.

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De todas las mujeres

De todas las mujeres que he amado
me quedo con su sueño en las mañanas
y el cansancio de tardes, cuando buscan
por todos los cafés un amor loco.

Me quedo con su risa y su dureza
cuando dicen adiós y cuando sufren,
cuando besan y saben que los besos
son palabras 
para huir de los miedos de la noche.

Y de todas quisiera que quedara
entre el pecho y el alma su dulzura
cuando dicen amar a un hombre solo
y tienen 
dos amores al filo de la cama.

Me quedaría también con esos brazos
capaces de sentir que el calendario
no incluye los días de la ausencia.
Ni tampoco 
las semanas previas al naufragio.

De todas las mujeres que me amaron
me quedaría, sin duda y sin pensarlo
con la locura que habitaba en ellas,
con el universo
que encontré dibujado en sus pezones.

De todas y de ella, más concretamente,
me quedo hoy con toda la tristeza
de su nombre.
Con esa sensación de nunca haber tenido
más dicha que perderla y recordarla.

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sábado, 14 de enero de 2012

El lunes, a Libertad, 8

Paso la nota que ha añadido Ismael en su facebook


El lunes 16 de enero, a las 21:00 h celebraremos una nueva presentación/recital del libro #papacuentameotravez de Daniel Serrano  en Madrid, en el café Libertad (c/Libertad 8). Interpretarán algunas canciones Ismael Serrano
(un servidor), Javier Bergia, Manuel Cuesta, intervendrá el autor y habrá algunas sorpresas. Aquella vieja canción de lucha reivindica su vigencia y regresa a los bares en los que se cantó por primera vez. ¡Nos vemos allí!


Lo dicho, allí nos veremos

miércoles, 11 de enero de 2012

Articulo nuevo

Hay nuevo artículo en diarioabierto.es
Da un cierto bochorno escuchar determinadas cosas a los nuevos dirigentes. En uno de esos aburridos telediarios comparecía María Dolores de Cospedal rasgándose las vestiduras por el caso de los ERES andaluces y, concretamente, por la noticia de que parte del dinero podría haber ido a pagar putas, coca y comidas. Tremendo y reprochable sin paliativo alguno.

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martes, 10 de enero de 2012

Carmen


A través del blog de Francisco Naranjo me llega la noticia de la muerte de Carmen, mujer luchadora, dulce y buena, esposa de mi amigo Simón Sánchez Montero. Prefiero poner esta foto antigua de ellos en la que están tan guapos. Es una hermosa imagen.

Cuando iba a ver a Simón, la recuerdo, amable y tierna, ofreciéndome un café, charlando en su pisito de Aluche. Se interesaba por todo. Me preguntaba por mi hijo Ismael y me ponía como fondo sus canciones. Carmen no era sólo la mujer de Simón. Carmen era una mujer de fuertes convicciones, luchadora, irreductible que, como tantas otras, trabajaron hombro con hombro con sus compañeros o solas, por la libertad y contra el franquismo. Me la encontraba en las fiestas del PCE, ayudando en cualquiera de los quioscos, siempre con Simón al lado.

Es de esas mujeres que lo dieron todo por los demás, como Simón. Convencidos de que la clase obrera era la única clase a la que se podía estar orgulloso pertenecer. Creo que Naranjo ha hecho un retrato completo de ella. Así que os paso el enlace Carmen

Aida, un abrazo muy fuerte.

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lunes, 9 de enero de 2012

Ayer, hoy

Eran tiempos difíciles y extraños.
Viajaban por las páginas del mundo
la soledad, el tiempo, la nostalgia.
Y todo en ti sonaba a música encontrada,
esa oscura razón del sueño y los deseos.

Cuando la voz andaba entre las calles
de los puertos perdidos de la noche,
me acerqué hasta tu cuerpo y me bendijo
tu mano como un dios de miel y vino.
Y supe que el amor a veces tiene
el plano del tesoro. Sin barcos y sin islas.

No hallé amor más allá de la mañana
en que buscaste en mí lo que no tuve.
Pero seguí tus pasos. Rompí el fuego,
cacé monstruos ocultos en tu pecho.
La desesperación a veces tiene
el nombre que he mordido hasta morirme.

Espacio para ser la luz que te buscaba.
Tiempo para mirarte. Caminabas
con pasos  decididos mientras todo
se detenía vibrante en tus caderas,
y subía reptando por tu vientre
hasta morir en ti. Relámpago nocturno.

De lo que amé de ti ya no me queda
más que esa sensación de ser el agua
que se bebe tu piel, mi geografía.
Los últimos cafés de madrugada.
Canción del sur, cuando en la noche alta
susurrabas, amante, entre mis huesos.
Caña de azúcar para comerte entera.

No importa que la vida vaya y venga.
A tu cuerpo me entrego. No te pido
piedad. No me des tregua.
Vénceme. Conquístame que ahora
me rindo, derrotado. Estoy vencido,
prisionero en la celda de tu vientre.

***

lunes, 2 de enero de 2012

Canción de año nuevo

Un año más sin ti. Frío en las calles
y en el pecho se congela el recuerdo de tus ojos.
La esperanza es un vaso vacío que no puede
apagar esta sed. Los días y sus noches,
ausencia de tu voz. Espacio muerto.

¿Recuerdas cuando eras
mi centro y mis provincias?
Cuándo todo cabía en un abrazo. Cuando el mundo
giraba en tu cintura. Y en los viejos cafés
vivías con el último gin tonic.

Nos dicen que este año amanece sediento de desastres.
Que la vida está en venta, hipotecada y triste.
Entonces me refugio, perdido como un niño,
en tu sonrisa blanca de sábanas mojadas.

Sé que vendrán los meses lo mismo que si fueran
los lobos de la ira, el mordisco rabioso
de un año más sin que tú me bendigas.
Sin ese corazón de niña buena.

Un año más sin ti. Y en esta noche
recorro los pasillos y te mando
estos versos. La voz que te dijera:
“¿Qué importa el abandono si me quedan
las horas con tu cuerpo recordado?”

Después de ti el mundo sigue
palpitando en mis dedos. Te recuerdo.

***