miércoles, 31 de octubre de 2007

Teta

A una mujer la han echado de un acto por intentar dar de mamar a su hijo de dos meses. Dicen que porque ofendía a los demás asistentes. Pobre mujer y pobre niño que escandalizan a las buenas personas. Escandaliza algo tan hermoso como la teta de una mujer que da de mamar a su niño.

Estamos locos. En una sociedad en la que en la tele, en los anuncios, en la calle se hace ostentación obscena de pechos operados, de pubis no tan angelicales, de calzoncillos de marca, de desnudos que buscan nuevas ventas..., en una sociedad en la que se cuentan sin pudor alguno escarceos y meneos urbi et orbe, en la que se hace un valor de las hazañas de alcoba o se cuenta tranquilamente el engaño, la estafa... se prohibe a una mujer algo tan natural como dar la teta a un niño.

Sociedad enferma en que escandaliza la belleza sencilla de un pecho materno y no escandaliza la agonía retransmitida en vivo y en directo de un niño hambriento, la sangre de una guerra, el dolor de la pobreza, las moscas que devoran la cara de un bebé abandonado a su suerte.

Cuando yo era pequeño, era natural que las mujeres, sentadas al sol en la tarde del pueblo sacar el pecho y dieran de mamar a sus niños. A nadie le parecía obsceno. Y hombre, mujeres y niños pasaban por allí y saludaban o preguntaban qué tal se criaba, qué tal comía, mientras miraban sin pecado y con todo el pudor del mundo a la madre ocupada en su tarea.

Hipócrita sociedad ésta que lava su conciencia prohibiendo lo natural y exaltando los amores de alcoba de una famosilla, la operación estética de cualquier personaje que sólo tiene como patrimonio unos pechos perfectos y un cerebro vacío.

lunes, 29 de octubre de 2007

Nuevos beatos

La Iglesia consagra a nuevos beatos de la Guerra Civil


Tenemos ya más santos que estrellas en el cielo

Y los viejos demonios de la historia están vivos.

El infierno es espacio donde se oculta el hombre

que murió con los golpes de una cruz enjoyada.


El Dios de los cristianos se alimenta de sangre

y tiene un paraíso de rezos y venganzas

y posee el derecho de admisión reservado.

-cancerberos de fuego guardándole las puertas-.


Jesucristo maldice todos los evangelios

y los santos no saben del valor de otras almas.

Hay un ángel sin alas con espadas hambrientas

y apóstoles de llanto que rechazan la vida.


Suben las oraciones exigiendo la muerte

hasta el club exclusivo donde sólo hay memoria

en el rincón oscuro de viejas sacristías

donde la guerra es santa y son sucios los besos.


Calaveras y huesos exentos de pecado

alfombran los caminos que conducen al cielo.

Hay un olor a incienso y a cuerpos en la hoguera

que aroma letanías y amasa nuevos santos.

viernes, 26 de octubre de 2007

Sábado

Muchacho de barrio sale una noche de sábado


Eran las tardes pasos a una aventura incierta,

cuando Madrid es norte y esquina de los mundos.

Y él salía buscando cuatro gotas de sueño,

el alcohol necesario para saberse vivo.


Enciende un cigarrillo, repasa algún recuerdo.

Y piensa que la calle es territorio virgen.

Cree que la vida es larga y largo es el futuro

y no hay cera que arda como arden unos labios.


A veces siente dudas ante el paso siguiente.

Pero la fruta es dulce cuando es fruta robada

y no hay otras batallas que un minuto ganado

a una guerra que intuye perdida de antemano.


Los viejos autobuses son el barco de Ulises

que nunca lo llevaron a un Ítaca ignorada.

Los dioses no le dieron maldiciones eternas.

Pero, ¿hay alguien que quiera vivir eternamente?


Sueña, seguramente, noches de paraíso

con sexos como labios y mapas de un tesoro

de piel acariciada y ese dolor suavísimo

del mordisco final cuando se rinde el cuerpo.


Será, piensa, una noche que no acabará nunca

lejos de la tristeza maldita de los lunes,

de los malditos trenes de cada madrugada.

De la casa maldita y esa maldita vida.


El mañana es ahora el neón de los bares,

el grito jubiloso de una calle mojada,

la resaca ya tarde, alfileres y hormigas,

y el saber que el presente es su única historia..

jueves, 25 de octubre de 2007

Violencia

No he querido escribir sobre la brutalidad que las cámaras del tren de Barcelona grabaron para nuestra vergüenza. Quería dejar pasar unos días e intentar, con la distancia, analizar esos hechos. Las imágenes del joven descargando patadas y bofetadas sobre una niña de 16 años es la dolorosa demostración de que habitamos en una sociedad violenta, cruel e intolerante.

No voy a cargar las tintas sobre el asustado muchacho que, en el mismo vagón, volvía la cabeza para otro lado, seguramente rezando en voz baja para que no se fijaran en él. Me duele la angustia de esa niña, su miedo. Y me duele, sobre todo, que, en unos días, cuando haya dejado de tener interés mediático olvidemos hasta otra que estamos en un país donde la chulería, la prepotencia y la crueldad campan a sus anchas.

Casi el mismo día un estudiante resultaba muerto al intentar defender a otra joven agredida por su novio. En esta ocasión había numerosas personas viéndolo todo. Tampoco intervino nadie. Terrible país éste en el que el miedo nos agarrota a todos, en el que el temor nos sujeta los brazos, nos apaga la voz.

No entraré en si se trata de un ataque racista o no. Me da igual que la chica fuera ecuatoriana, magrebí o española. Lo tremendo del caso es la violencia con que un crío de 20 años arremete, sin razón alguna, contra un ser humano indefenso y desvalido.

Habrá mañana nuevas agresiones. Y algunas las grabarán las cámaras. Otras quedarán en la impunidad de la ignorancia. Habrá jueces que no enviarán a la cárcel a los autores de la agresión y fiscales que no considerarán necesaria su presencia. El joven había pasado ya por la cárcel por el robo de un móvil, según dicen. Da lo mismo. ¿Es que la Justicia considera mayor delito el robo de un teléfono que las agresiones a una menor?

Yo no sé si la solución es enviar a la cárcel a un desgraciado que se cree más hombre imponiendo su fuerza y que, además, ha conseguido sus minutos de gloria en televisión, cobrando por aparecer ante las cámaras. Cuentan que pidió y consiguió 1.000 euros por salir hablando de su hazaña.

Y otra cosa: Leo que el Gobierno español ha ofrecido a la familia de la niña dinero para volver a Ecuador. Debe tratarse de un error. La solución no está en que una emigrante agredida se vaya del país. El Gobierno español debe hacer todo lo contrario: ofrecerla apoyo y asistencia, demostrándola que éste es también su país, que no consentirá nunca que la vuelvan a maltratar, que se la quiere y se la respeta, que se la valora tanto que no queremos que huya de España.

martes, 23 de octubre de 2007

Supe

Amé. Me amaron. Supe que el amor tiene a veces

el color de los libros hace tiempo leídos.

Y que el odio es tan sólo el deseo de verte.


Que hay caminos de sombra como dice la Biblia

y noches sin espejos donde buscar a Alicia

y que el beso más dulce es aquel que no dimos.


Que hay muchachas que tienen recogida en sus manos

la más sabia medida para arrastrar el tiempo

y hay palabras que matan y palabras que viven.


Que los dedos son mágicos cuando buscan un cuerpo

y hay números malditos como los días de ausencia

y que no hay geografía fuera de tus caderas.


Supe y sé que en tu cuello se cuelgan las promesas

de las horas que vienen soñando con tu pecho,

que, tal vez, el ahora sea ya espacio eterno.

viernes, 19 de octubre de 2007

Z de caudillo

Así que convertir a Zapatero en una persona cercana consiste en mostrarlo sonriendo y sin corbata. Cráneos privilegiados los de Ferraz. Así que dar a conocer el socialismo es presentar una Z gigante por encima del propio logotipo del PSOE. Así que demostrar que el gobierno socialista ha llevado a la práctica múltiples proyectos de carácter social es realizar un canto a la Z de Zapatero.

La campaña del PSOE se basa exclusivamente en su líder y en su inicial. Es preocupante el culto al líder.
Y más preocupante aún es que el principal valor del socialismo español sea su caudillo, por muy sonriente que aparezca, por muy descorbatado que esté. Eso, en lenguaje de calle, se llama caudillismo.

El escenario en que el secretario general de los socialistas aparecía ayer para presentar la campaña tiene un tufo a plató de programa glamouroso de televisión. Debe de ser lo que ahora se lleva. Se va a vender socialismo como quien vende frigoríficos, móviles de última generación o el 2x1 de cualquier supermercado. Se vende la Z. El video del PSOE no vende ideas ni principios, vende el final del abecedario como una broma de estudiantes, como un envoltorio capaz de contener cualquier producto.

Pero ahí están. Satisfechos y felices de sus ocurrencias. Vendiendo frivolidad y chistes. Perfecto.

Ya puestos, podían haber cambiado el logotipo y haber puesto PZOE. ¿No se les habrá ocurrido?

jueves, 18 de octubre de 2007

Una noche con mi padre

Era yo muy pequeño. No recuerdo la edad exacta. Fui un niño frágil, de salud algo delicada. La verdad es que luego he tenido y tengo lo que se llama una mala salud de hierro. El caso es que, de pequeño, tenía que venir con alguna frecuencia a Madrid, al médico. En uno de eso viajes me tuve que quedar hasta el día siguiente. Nos quedamos mi padre y yo. Por entonces él trabajaba en Madrid, en la construcción.

Esa noche me llevó a cenar a una vieja taberna que, siempre he buscado inútilmente. Recuerdo de ella el alto mostrador de azulejos y la mesa de madera donde nos sentamos con algunos albañiles más que conocían a mi padre. Me preguntó qué quería comer. Y no supe qué decir. Sentía verdadero pánico a pedir algo muy caro que mi padre no pudiera pagar.

Él decidió por mí y me pidió una sopa de fideos y unas rodajes de pescadilla. Recuerdo que le pregunté por lo bajo si podía pagarlo y que él me respondió: "Tú no te preocupes". Era la primera vez que comía en un restaurante, escuchando las conversaciones de aquellos hombres que hablaban de trabajo y de política. Estaba feliz.

Luego, mi padre me llevó a una de las Posadas de la Cava Baja. Creo que fue a la del Dragón. Veo todavía el zaguán y el patio. Y recuerdo la habitación con una bombilla amarillenta, sin tulipa ni lámpara alguna, colgando sobre una ancha cama matrimonial. Dormimos los dos juntos, yo acurrucado junto a su cuerpo, notando su calor, el olor de su sudor.

Muchos años después, he llevado a mi padre a comer por ahí. He intuido en su cara la misma preocupación que yo tuve de niño por si pedía algo que yo no pudiera pagar. En muchas ocasiones he decidido por él y, como él, le he susurrado: "Tú no te preocupes".

miércoles, 17 de octubre de 2007

Los líderes

No vi completo el programa: Tengo una pregunta para usted. Pero lo que vi, me gustó. Primero, porque me pareció ágil y fresco y porque muchos periodistas deberían fijarse en las preguntas que la gente de la calle hace a los políticos. En su mayoría, al menos en lo que , eran preguntas acertadas que reflejan muy bien lo que la gente quiere saber, lo que preocupa al hombre de la calle.

En periodismo, los periodistas, mejor dicho, demasiadas veces, nos creemos capaces de interpretar al ciudadano de a pie. Pensamos que somos los únicos que realmente estamos facultados para interpretar las preocupaciones de la ciudadanía. Y, luego, resulta que no es así. Ayer me pareció que quienes preguntaban lo hacían desde la certeza que lo que estaban haciendo era importante. Y, sin énfasis absurdos, planteaban sus dudas a unos políticos que supieron, en general, estar a la altura de las circunstancias.

Siempre he creído en los medios públicos y en su labor por encima de audiencias e intereses parecidos. Siempre he creído que los objetivos de una radio o una televisión pública deben ir orientados a poner sobre la mesa aquellas cuestiones que interesan y sirven a quienes pagamos su existencia. Pero es que, además, ayer la audiencia fue alta. Muy alta. lo que parece demostrar que no es necesario gastarse un dineral o rebuscar en la basura para construir un programa de interés social.

No analizaré a cada uno de los líderes que ayer se sometieron a las preguntas de ese pueblo con hambre de conocer. No vi, ya digo, el programa entero, pero por lo que vi me pareció que los tres (Gaspar Llamazares, IU; Carod Rovira , ER, y Durán LLeida, CiU) mostraban un rostro mucho más humano y cercano que aquel al que nos tienen acostumbrados en sus comparecencias públicas, cuando hablan desde la torre lejana de la política.

No está mal que, de vez en cuando, sepamos o intuyamos cómo piensan de verdad nuestros líderes.

lunes, 15 de octubre de 2007

Un hombre toma café

Tomaba el café solo y en silencio

en su rostro tenía

grabado a fuego lento

constelaciones de todos

los hemisferios conocidos.


Tal vez había una vida aventurera

en ese corazón que adivinaba

latiendo lentamente y asustado.


Era la soledad hecha pedazos

como alguien escribiera. Pero era

un hombre en un lugar desconocido.

Maldiciendo una vida que escapaba.

sábado, 13 de octubre de 2007

De lo que fui contigo

De lo que fui contigo apenas quedan
cigarrillos en el borde del lavabo.
Tres palabras de amor, un viejo beso,
y una noche de lluvias y de frío.

De lo que fui contigo queda un verso
en un papel doblado, alguna carta,
un nombre en el cristal de la ventana
y la sonrisa aquella de los viernes.

De lo que fui contigo queda el vaso
de vino un poco antes de acostarnos,
un libro dedicado, mi barba de tres días
y tu pelo chorreando tras la ducha.

De lo que fui contigo quedan días
luminosos de viento y un billete
de metro marcando la lectura
de una novela de García Márquez.

La verdad es que ahora que lo digo
de lo que fui contigo queda todo:
esta nostalgia, a veces, y saber
que soy dios cada noche que te abrazo.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Más mártires

A mí no me parece mal que la Iglesia beatifique a 428 personas que murieron durante la guerra civil como consecuencia, dicen, de la persecución religiosa. Estoy contra estas muertes como estoy contra cualquier otra. Y si fue por sus creencias, mi censura es total. Todo el mundo tiene derecho a defender sus creencias y a ser respetado por ellas.

Así que la Iglesia está en su derecho a declarar beatos, santos o bienaventurados a quienes desde el seno de esa Iglesia murieron por ello. Me duele, sin embargo, que esa misma Iglesia haya olvidado a quienes por defender otras creencias fueron también muertos, asesinados, perseguidos. Me duele que esa misma Iglesia colaborara con un régimen de represión y muerte.

Me duele esa foto de los obispos con el brazo levantado, saludando al dictador que firmaba penas de muerte mientras tomaba chocolate con picatostes. Me duele que durante tantos años esa misma Iglesia haya ignorado a tantos muertos que no cometieron más delito que el servir a un Gobierno legalmente constituido. Me duele que esa misma Iglesia haya mantenido un ominoso silencio sobre la injusticia y el dolor.

Me duele que esa misma Iglesia haya bendecido armas de destrucción, haya celebrado Te Deums y misas solemnes para conmemorar rebeliones y victorias sobre el dolor y la sangre. Me duele que hayan considerado sólo suyos a los muertos por la persecución religiosa y hayan aplaudido los fusilamientos del bando contrario. Me duele que en las cárceles, como en la de Ocaña, existiera el tristemente célebre "Cura Verdugo" que daba el tiro de gracia a los ajusticiados.

Sólo me duele eso. Lo de más, el que beatifiquen, santifiquen y glorifiquen a los suyos -aunque yo comparta el rechazo ante cualquier muerte- me parece un asunto interno de la Iglesia. Tienen perfecto derecho, dentro de sus creencias y sus ritos, a plasmarlas en actos solemnes. Allá cada uno con su conciencia.

Por cierto, acabo de leer que ha sido condenado a cadena perpetua Christian von Wernich, un cura argentino que colaboró con la dictadura en la brutal represión que se produjo en aquel país. La sentencia dice que fue "coautor y complice necesario" en el asesinato de siete presos políticos, 42 secuestros y 31 casos de tortura. Sin comentarios.

martes, 9 de octubre de 2007

Ley de la Memoria

Parece que, por fin se ha llegado a un acuerdo sobre la Ley de la Memoria Histórica. Han tenido que pasar treinta y tantos años de la muerte de Franco y setenta y tantos de la guerra civil para que se reconozca que aquella barbaridad se llevó por delante derechos humanos, vidas y sueños de miles y miles de personas.

Demasiados años y demasiadas muertes. Me alegro de que por fin se reconozca que los que lucharon entre los vencidos lo hicieron defendiendo la legalidad vigente. Pero, como tantas cosas, es un reconocimiento que llega tarde, cuando muchos de los que sufrieron cárceles, torturas hace tiempo que desaparecieron. No han tenido la satisfacción de verlo.

Han incluido también referencias a los que murieron en la zona republicana por sus ideas o por su religión. Me parece muy bien. Lo único que ocurre es que ellos tuvieron siempre ese reconocimiento, fueron siempre considerados héroes y mártires y sus familiares no sufrieron persecución por reivindicar su memoria. No es pequeña diferencia. Pero está bien que una ley acoja a unos y otros en el mismo abrazo.

Se declaran ilegítimos los juicios seguidos contra quienes defendían una ideología, una forma de pensar. Aquellos juicios que llevaron a la cárcel a miles de hombres y mujeres por no ser adictos al régimen franquista. Ahora se puede ir a los tribunales para pedir la nulidad de esos procesos.

Y eso genera una curiosa situación. Algunos jueces en activo son los mismos que, sin temblarles el pulso, condenaron a años de cárcel a comunistas, socialistas, estudiantes, trabajadores que se enfrentaron a la falta de libertades. Jueces que no tuvieron escrúpulo moral alguno en aplicar unas leyes que sabían contrarias a los más elementales derechos humanos. Algunos de esos jueces siguen sentados en su magistratura y ocupan puestos de relevancia.

¿Se imaginan que a ellos mismos les toque pronunciarse sobre la nulidad de juicios en los que participaron fervorosa y activamente? No es una hipótesis descabellada. Los jueces valen para cualquier régimen: dictatorial o democrático. Ellos aplican la ley. Pero ¿su conciencia no les impedía aplicar una ley que vulneraba los derechos del hombre? Evidentemente, no.

Este país, este pueblo, ha sido de una generosidad increíble. Nunca se pidieron responsabilidaddes ni a policías torturadores, ni a jueces que condenaban a muerte o a años de cárcel a quienes tenían como único delito pensar de distinta manera.

Mientras, en Chile, se juzga a la familia de Pinochet por algo que aquí, tras más de treinta años de la muerte de Franco, nadie se atreve a hacer: el enriquecimiento ilícito y abusivo con los bienes de la nación.

sábado, 6 de octubre de 2007

Para pasar el rato

Qué bonitos son los pogramas del corazón

Sinvergüenzas y mangantes,
periodistas ignorantes,
y dos mises sin corona
elegidas en alcobas
de burdel (o cuatro o cinco).

Viejas glorias nacionales
que se exhiben triunfales
con jóvenes sin oficio
que tienen su beneficio
a una cuarta del ombligo.

Chulos de móvil en vena,
que en noche de luna llena
enamoraron a una
señora de gran fortuna
y valor y precio nulo.

Cerebros de gelatina
que predican su doctrina
de rumores tabernarios.
Huelebraguetas de armario
que confunden cara y culo.

Periodistas de postín
que dicen: “esto es asín
porque yo lo he investigao,
mis fuentes me lo han contao.
Y aquí no hay más que decir”.

Y más gritos y más venas
que casi se les revientan
mientras inventan, maldicen,
acusan, se contradicen.
Volvemos en un momento.

Senequistas de hojalata,
jovencitos de tres patas,
ex amantes de toreros,
madres de padres solteros,
y hasta una virgen en celo.

Denuncias en los juzgados,
exclusivas y pillados,
aristócratas, princesas,
y un muchacho de Manresa
que fue míster de verano.

Un concursante argentino,
un cubano clandestino,
dos o tres juguetes rotos
pero todos con el voto…
de no dar al agua un palo.

Presentadora anoréxica,
entrevistada disléxica,
tertuliano epigramático,
un invitado dogmático
y un experto en monarquía.

Moralina de urinario,
ética de mercenario,
periodismo de basura,
siempre ayuda que haya un cura
que suelte su letanía.

Y algún personaje más
ni chicha ni limoná
que de ese tono moderno,
-rápido hablar, pensar lento-
de dominar la pomada.

El truco es reivindicar
que uno es un profesional.
O humillar al gilipollas
del invitado que llora,
y cobra una pasta gansa.

Hablan lo mismo de cuernos
que de la reina y sus yernos,
de derecho o de política
que de churras y merinas:
les dio Dios la ciencia infusa.

Me dan envidia esta gente,
tan guapos, inteligentes,
gracias a ellos sabemos
con quien se acuestan los memos
y se levantan las putas.

Si no existieran habría
que inventarlos cada día,
y lo hacen sin interés,
tan sólo por el deber
de contar lo verdadero.

Gloria a Dios que nunca muere
que nos ha dado la suerte
de tener a periodistas
con corazón y con vistas

con vistas a un basurero.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Brindis al sol

O se pasan o no llegan. La izquierda, a veces, queda atrapada en buenas intenciones. La última idea de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds (IU-ICV) es cojonuda: proponen la creación de una Renta Básica de Ciudadanía que permita abonar a cada uno de los españoles una cantidad mensual, se supone que de por vida, tanto a los pobres más pobres como a los ricos más ricos.

Bien. Dicen que eso permitiría que todo el mundo tuviera garantizada una vida digna, perdiera o no su empleo, trabajara o no trabajara. La cosa no deja de ser chocante. A mí me parece muy bien que una persona tenga la tranquilidad de saber que no queda en el desamparo si pierde su empleo, o pierde el tren de la vida.

Lo que no me parece bien es que, con esas intenciones, se incluya a gente que no lo necesita y para los que una ayuda semejante no dejaría de ser más que calderilla. Pero, sobre todo, me parece incongruente con un país en el que un parado pierde el subsidio, una viuda cobra una pensión de hambre y un joven cobra un sueldo de miseria.

Más lógico, me parece a mí, sería garantizar primero esa dignidad para los que nada tienen. Más lógico sería garantizar primero que un chaval o chavala no viva con salarios de insulto o que una viuda no tenga que hacer equilibrios para llegar a fin de mes, o que un parado no tenga que ver con angustia como se va acercando la fecha en la que se le agota el subsidio de desempleo.

Lo más triste es leer que, además, sabían que la idea sería rechazada. ¿Para qué perder tiempo y dinero y esfuerzos con esta iniciativa? ¿No hubiera sido mejor empezar por resolver tantos problemas de pobreza y miseria como hoy existen en nuestro país?

No entro ya en, como han dicho portavoces de otros grupos, que una iniciativa así serviría para fomentar la vagancia. Que también. Es que me parece un brindis al sol, desafortunado y ridículo, tirar por alto cuando, aras de suelo es mucho más fácil resolver otros problemas. Un desastre, vamos.

martes, 2 de octubre de 2007

Viejos amigos

Generaciones

En recuerdo de un poema de Luis Alberto de Cuenca

Me dices que tus hijos no te hablan,

y tú nos los entiendes y no paran

por casa. Y estas sólo. Y estas harto.

Que estás muy deprimido y muchas veces

te preguntas qué coño habrás tú hecho

para merecer esto. Y no lo sabes.

La verdad es que no sé qué decirte

cuando los años pesan en el alma

y uno ya no recuerda el primer vértigo.

Complicado aconsejar cuando uno mira

a las dulces amigas de sus hijos

como un peligro bellísimo y lejano.

Ya no hay revoluciones de claveles,

ni amores que nos salven del naufragio

y el hígado no aguanta más resacas.

Así que te aconsejo que no intentes

entender otra vida que la tuya

ni buscar otro rostro en los espejos.

La vida se nos fue, maldita sea,

por el desagüe del lavabo una mañana

que ni siquiera habíamos previsto.

Lee de nuevo a Melville, tal vez encuentres

en los mares del Sur una ballena

a la que unirte con arpones oxidados.

Tierra

No sé. No sé qué da leer las cosas que se están diciendo en torno a la propuesta de una consulta para el País Vasco. Ya he dicho otras veces que no creo en las patrias ni en las banderas. No me asusta la consulta. Me asusta la forma en que nos enfrentamos a ella. Hay una crispación que me desazona y me da miedo.

No comparto banderas ni patrias. O mejor dicho, comparto mi patria, la del hombre, y comparto con todos mi bandera del ser humano. Y trato e intento respetar la pasión que otros puedan sentir por su patria, por su bandera, por su lengua. Pero no entiendo lo excluyente, no entiendo a quienes se entierran en su patria o se envuelven en su bandera sin dar entrada a nadie más. No entiendo a quienes de su bandera hacen una cuestión de diferencia, un instrumento para marcar distancias y fronteras.

No sé siquiera si es necesario un referendum para saber que los vascos, los catalanes, los andaluces o los madrileños tienen sus propias peculiaridades, su propia cultura, sus propios sueños, su propia lengua, sus sentimientos hacia una tierra y un país. A peces pienso que no.

¿Necesita un vasco decir que ama a su tierra? ¿Necesita un vasco decir con un voto que tiene un cultura hermosa y diferente? No sé. Sólo puedo decir que me preocupa el uso político de algo que va con el ser humano y que debe de servir para unirnos, para acercarnos en la diversidad. Nunca para separarnos.

En fin, detecto una cierta melancolía en esta mañana. Que los dioses nos protejan de nuestros salvadores.

lunes, 1 de octubre de 2007

Ojalá

Ojalá

Ojalá que mañana pille asiento en el metro,

y despierte la chica que a mi lado dormita

y me mire a los ojos y sonría y me diga:

“que tengas un buen día”.

Ojalá que mi jefe se ponga hoy enfermo

y sea la oficina por un día recreo.

Y luego en la comida nos pongan macarrones

y un beso con natillas.

Ojalá que encontremos entradas para el cine.

Y llores y suspires cuando el chico la deje.

Y me abraces nerviosa cuando el malo la encuentre

escondida y tan sola .

Ojalá que en la tele no den malas noticias

y las guerras se acaben, funcione la cocina

y la radio nos diga que todos los políticos,

todos, han dimitido.

Ojalá que esta noche haya lluvia de estrellas,

que a todos nos empape y que salga la luna

y Dios no sea ese viejo que nos grita si hacemos

lo que tanto nos gusta.